Sáhara Occidental, un desierto para el periodismo

La asociación Reporteros sin Fronteras, su rama española, con apoyo de la central francesa, ha elaborado el primer informe sobre la libertad de prensa en el Sáhara Occidental. Éste revela cómo este territorio no autónomo se ha convertido en un 'agujero negro' de información y un peligro extremo para los periodistas. La periodista Edith R. Cachera ha sido la redactora del informe.
El Sáhara Occidental es un territorio pendiente de descolonizar. En 1991, Marruecos y el Frente Polisario firmaron un alto al fuego auspiciado por la ONU que estableció la Misión de Naciones Unidas para el referendum en el Sáhara Occidental (MINURSO) y que, por obstáculos de Marruecos, nunca se ha celebrado. MINURSO no tiene, entre sus mandatos, la vigilancia del respeto a los derechos humanos. Desde el punto de vista del derecho internacional, España sigue siendo la potencia administradora y Marruecos ha ocupado el Sáhara Occidental. El Tribunal de Justicia Europeo ha reiterado que Marruecos no tiene soberanía sobre el Sáhara Occidental y sus aguas territoriales. El Frente Polisario es el interlocutor político del pueblo saharaui.
El informe repasa las circunstancias históricas que han derivado en un problema enquistado, así como los posteriores intentos de solución internacional. Destaca que tras unos primeros años de presencia en los medios, el conflicto del Sáhara Occidental lleva cuatro décadas casi desaparecido de la cobertura informativa internacional. Las causas son varias, desde una intencionalidad política de silenciar el asunto, especialmente la prensa española y francesa; la crisis de los medios y sus dificultades económicas para tener corresponsales; cambiar la perspectiva política a una exclusivamente humanitaria; torpezas del Frente Polisario; y el poder de Marruecos.
Marruecos ocupa el puesto 135 de 180 países y territorios que analiza la clasificación mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras. Hay un control sobre los medios marroquíes por parte de la familia real. Con respecto al exterior, Marruecos utiliza los intereses económicos, pesca, comerciales, fronterizos (migración y control de fronteras ante la amenaza terrorista) con España y la UE y sus posicionamientos políticos en otras áreas (apoyo a los regímenes conservadores árabes, alianza con Estados Unidos, alineamiento con Francia) para lograr obviar el drama del Sáhara en sus relaciones internacionales.
Los saharauis no tiene acceso a una información independiente. Los únicos medios que existen están controlados por Marruecos. Pero hay periodistas y activistas saharauis que con sus grabaciones, notas de prensa consiguen filtrar noticias que son recogidas por medios alternativos y, en algunas ocasiones, por medios convencionales. En este sentido, hay que hablar de Equipe Média que acaba de recibir el reconocimiento con el premio Julio Anguita Parrado.
El informe de Reporteros sin Fronteras señala que ejercer el periodismo en el Sáhara Occidental es un acto de heroísmo. Hay periodistas presos, torturados, apaleados y con detenciones arbitrarias. Esto se complementa con la dificultad de entrada a la prensa extranjera.
El informe 'Sáhara Occidental, un desierto para el periodismo' concluye con una serie de recomendaciones de Reporteros sin Fronteras a Marruecos para que exista libertad de expresión e información e insta a la Unión Europea a condenar la represión de los periodistas saharauis.
Informe: https://rsf-es.org/_files/200006422-8865c895f2/2019_SAHARA_OCCIDENTAL_RSF_ES_INFORME.pdf