"Los derechos de los inversores no deben ser mejor protegidos que los de los ciudadanos o del planeta"

14.02.2019

En una tribuna en Le Monde, 27 asociaciones, sindicatos y ONG piden a los eurodiputados que rechacen un proyecto de acuerdo comercial entre la UE y Singapur, comparable al muy contestado CETA (UE-Canadá).

El miércoles 13 de febrero, los eurodiputados votarán un nuevo tratado de protección de las inversiones con Singapur. Sin embargo, este tratado contiene un mecanismo de solución de diferencias entre inversores y Estados (ISDS) similar al del Acuerdo Global Económico y Comercial (CETA) celebrado en 2016 entre la Unión Europea y Canadá. ¿Pensó la Comisión y los Estados miembros que un acuerdo con un territorio tan pequeño como Singapur pasaría desapercibido? Sin embargo, el alcance de esta votación es considerable: la adopción de este texto allanaría el camino para toda una serie de tratados bilaterales de inversión equivalentes ultimados con Vietnam o México, o en negociación con Japón, Chile, China, Indonesia, Malasia o Birmania. Ahora le corresponde al Parlamento Europeo detener esta precipitada carrera y seguir el ejemplo de Canadá, que acaba de decidir abandonar la ISDS en el acuerdo comercial renegociado con los Estados Unidos.

El ISDS permite a las empresas multinacionales atacar a los Estados que adoptan políticas públicas de interés general contrarias a sus intereses, y exigir cientos de millones de euros en compensación por el lucro cesante. Ha sido utilizado por Philip Morris para desafiar las políticas de salud pública en Uruguay y Australia, o por la compañía energética Vattenfall para atacar a Alemania después de su decisión de abandonar la energía nuclear. Si las empresas no siempre tienen éxito, saben cómo utilizar esta herramienta para disuadir a los gobiernos de legislar. En Francia, la empresa canadiense Vermillon ha contribuido recientemente a debilitar la ley Hulot sobre hidrocarburos amenazando simplemente al Consejo de Estado con recurrir al arbitraje.

3,3 millones de ciudadanos firmantes

Esta justicia excepcional ha estado en el centro de la ola de movilización europea contra los acuerdos transatlánticos con más de 3,3 millones de ciudadanos que firmaron la petición de abandono. A pesar del fracaso de las negociaciones del TAFTA y de la adopción con fórceps del CETA, la Comisión y los Estados miembros se niegan a revisar su política en este ámbito. Tienen la intención de seguir ampliando los derechos de los inversores y de negociar cada vez más tratados, incluido este famoso mecanismo de solución de controversias entre inversores y Estados, en una versión ligeramente revisada.

Singapur es también un paraíso fiscal y una plataforma financiera estratégica en el suroeste asiático. 

Descrito como un centro financiero "offshore", incluso por el departamento Eurostat de la Comisión Europea, Singapur está clasificado por la Coalición Internacional de Economistas y activistas de la Red de Justicia Fiscal como el quinto país más perjudicial en términos de opacidad fiscal. No es de extrañar que medio millón de documentos del escándalo "Paradise Papers" procedieran de una empresa de servicios offshore de Singapur. Su amplia red de tratados tributarios le convierten en un importante centro para las inversiones exentas de impuestos. Más de 10.000 empresas europeas tienen sus oficinas regionales en Singapur.

Derecho a revisar las políticas públicas

Los derechos de los inversores parecen ahora estar mucho mejor protegidos que los de los ciudadanos o del planeta, y con demasiada frecuencia en detrimento de este último. Es urgente corregir este desequilibrio. Las empresas multinacionales ya no deben poder disfrutar de esos privilegios, que les permiten ejercer un derecho de control sobre las políticas públicas adoptadas democráticamente por los Estados. En pocos días, más de 300.000 ciudadanos europeos apoyaron la campaña "Alto a la Impunidad" lanzada por más de 150 organizaciones en más de 16 países europeos. 

Hacen un llamamiento a los responsables europeos de la toma de decisiones para que pongan fin al arbitraje entre inversores y Estados y, en su lugar, apoyan el desarrollo de un tratado vinculante de las Naciones Unidas para exigir el respeto de los derechos humanos y el medio ambiente por parte de las empresas multinacionales. Todos los ojos están puestos en los eurodiputados cuando examinan este acuerdo de inversión con Singapur.

Las organizaciones firmantes de este texto son

Action Aid France-Peuples Solidaires, AEDH, AITEC, Amis de la Terre, ATTAC France, Bloom, CCFD-Terre Solidaire, Ceras, CGT, Collectif éthique sur l'Etiquette, Collectif Stop TAFTA/CETA, Comité Pauvreté et politique, Commerce équitable France, Confédération paysanne, CRID, Emmaüs International, Fédération syndicale unitaire, Foi et Justice Afrique Europe, Fondation Nicolas Hulot, Foodwatch France, France Libertés - Fondation Danielle Mitterrand, Institut Veblen, Ligue des droits de l'homme, Notre affaire à tous, React, Sherpa, Union syndicale Solidaires.

Traducción realizada con el traductor www.DeepL.com/Translator

Finalmente, el Parlamento Europeo el día 13 de febrero votó el tratado UE-Singapur de inversiones de forma favorable: 436 a favor, frente a 203 votos en contra.

La campaña https://stopisds.org/ donde está, entre otros USO, seguirá en marcha todo el año 2019. Ya hay recogidas 500.000 firmas de ciudadanos europeos en sólo medio mes.