España tiene un problema estructural con la pobreza

Mapa de la tasa de pobreza AROPE en España: una brecha divide tasas bajas en el norte y muy altas en el sur. EAPN España
Los datos oficiales de la situación de la pobreza en España son muy preocupantes. En cantidad y por su persistencia, tanto por su 'herencia' generacional, como espacialmente. Año tras año. Forma parte de los problemas estructurales de la sociedad y economía española.
Encima, cuando todavía no se han recuperado los niveles de pobreza de la crisis que empezó en el año 2008, la pandemia del COVID 19, va a aumentar sus ya altos niveles. Y, menos mal, que en la actual crisis, por lo menos en estos primeros meses, ha habido medidas públicas que han paliado la situación, aplazamiento o condonación de pagos o aportaciones de renta para inquilinos, energía y agua; prórroga de desempleo y subsidios, ERTEs; implantación de Ingreso Mínimo Vital y transferencias a las Comunidades Autónomas para esta misión dado que ellas son por sus competencias las encargadas de la inclusión social.
Pero hay que hacer constar el fracaso español en cumplir con la Estrategia Europa 2020, por la que los países europeos -entre ellos España- se comprometía a reducir la pobreza. En el caso de España. la obligación de los sucesivos gobiernos era reducir en 1,5 millones las personas en riesgo de pobreza.. También, la pobreza severa (hogares cuyos ingresos por unidad de consumo son inferiores al 40 % de la mediana de renta nacional). Esto es, para el año 2018 con ingresos inferiores a 5.914 € al año; 492 € mensuales para hogares de una persona y 12.419 € anuales para hogares con dos adultos y dos menores.
En España, con esos datos oficiales recopilados por la rama española de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) -en vísperas del día contra la pobreza del 17 de octubre-, en el año 2019 hay un total de 11.870.000 personas (el 25,3% del total) que vivía en Riesgo de Pobreza y/o exclusión social, 1,5% por encima de los datos registrados en el año 2008.
La composición de las personas pobres apenas ha tenido variación. Se nutre de familias monoparentales, pobreza infantil, discapacitados, inmigrantes irregulares. Se mantienen o hay un mínimo descenso (en el año 2019, repetimos) de la pobreza en trabajadores ocupados (el denominado 'trabajador pobre'), pero con muy limitada renta debido a trabajos a tiempo parcial y una disminución de horas de trabajo y, también, el de licenciados universitarios pobres en la masa de la pobreza juvenil.
En resumen, los estudios y con las series de años aportados, demuestran que no hay una correlación proporcional entre crecimiento económico o formación académica y disminución de la pobreza. Ha habido una disminución global de rentas en España y no ha habido una plena recuperación de los datos anteriores a la crisis de 2008, con lo que la crisis económica, la reducción del PIB muy intensa en estos meses, apuntan a un incremento de la pobreza si no hay medidas y presupuestos específicos contra ella y el sufrimiento que genera.
La pobreza, el sinhogarismo,... provoca un sufrimiento vital que arrastra a una disminución de la esperanza de vida.
Las medidas que pueden ir en el camino de lucha contra la pobreza son programas específicos a determinados colectivos o medidas universales. En opinión de EAPN, las medidas más adecuadas son una prestación universal por hijo; una regularización dirigida a los inmigrantes; una mejor y mayor redistribución de rentas -vía fiscal-, y aportación presupuestaria a programas de ayuda a hogares, por parte de las CCAA -que no las reduzcan, permutándolas por las transferencias estatales; un 'boom' en la oferta de viviendas sociales; junto a empleos y salarios de calidad. El Plan de Recuperación propuesto por el actual gobierno tiene que tener mecanismos que socorran a colectivos con carencias previas, para no incrementar el analfabetismo digital o que haya millones de personas que dejemos atrás.
Más información: