Belarús: sólo el diálogo puede poner fin a la crisis nacional

El Congreso de Sindicatos Democráticos de Belarús (BKDP), única organización sindical independiente en el país, ha reclamado un diálogo nacional inclusivo para superar la "aguda crisis política y socioeconómica".
En una declaración efectuada en el marco de su XI Congreso, el BKDP afirmó: "Sólo las negociaciones y un diálogo abierto y a gran escala ente opositores que representen a la totalidad de la sociedad bielorrusa podrán hacer que sea posible alcanzar este objetivo [reconciliación, unidad y desarrollo]. Sin dicho dialogo, Belarús terminará en un callejón sin salida".
El Congreso del BKDP pidió asimismo que:
- el Gobierno negocie en términos de igualdad, ponga fin a la represión y libere a los condenados por haber participado en protestas pacíficas;
- la comunidad internacional, incluyendo a Rusia, contribuya a que se emprenda dicho diálogo en el país;
- la Organización Internacional del Trabajo haga uso de su experiencia y sus recursos contribuyendo al proceso de reconciliación nacional; y
- el movimiento sindical internacional proporcione apoyo solidario para fomentar el diálogo nacional.
La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, indicó: "Los sindicatos democráticos son un elemento necesario para el desarrollo nacional y la estabilidad. Forman parte de la solución para relanzar a Belarús de manera que responda a las necesidades de su ciudadanía. Hemos sido testigos en muchos casos de cómo el diálogo con sindicatos democráticos ha contribuido a la reconciliación y la paz. Ese puede ser también el camino a seguir en Belarús.
"Apoyamos plenamente los esfuerzos del BKDP para iniciar el proceso de reconciliación en Belarús con vistas a introducir en el país las mejoras que el pueblo bielorruso se merece, empezando por la garantía de derechos fundamentales para la gente trabajadora. Estaremos dispuestos a asistir al BKDP en todo lo que podamos".
Activistas de los sindicatos independientes de Belarús han sido víctimas de una campaña de represión, incluyendo detenciones, despidos y la imposición de cuantiosas multas a sindicalistas, tal como ha señalado ya la CSI.
Recientemente, IndustriAll ha dado cuenta asimismo de ataques contra líderes y miembros de sindicatos, donde se vieron obligados a huir del país y otros fueron despedidos por su activismo.