¿Por qué las ciudades son clave en la transición ecológica?

10.09.2019

La Fundación Alternativas ha publicado un Informe sobre Sostenibilidad en España, centrado en las ciudades: "Por qué las ciudades son clave en la transición ecológica". España, como muchos otros países, ha concentrado su población en ciudades. Eso ocasiona virtudes y problemas. Consumos energéticos, necesidad de movilidad, contaminación o, por otro lado, cobertura de servicios públicos.

En todo caso, el Informe de páginas, realizado por varios autores es todo un ejercicio de prospectiva y de recomendaciones: La coordinación ha corrido a cargo de Clemente Álvarez, y el resto del equipo han sido Susana Galera, Rodrigo Álvaro Campos-Celador, Clemente Álvarez, Julio Días, Cristina Linares, Isidro Barqueros, Jorge Ozcáriz, Gonzalo de la Cámara, Marta Arenas, Ana Belen Sánchez, José Luís de la Cruz, Conchi Piñeiro, José Luís Fernández Casadevante.

Las Recomendaciones del estudio han sido: 

1. La emergencia climática debe estar en el centro de las políticas locales. Recomendamos replicar en el ámbito municipal y autonómico la estructura organizativa del Ministerio para la Transición Ecológica, reuniendo en un mismo departamento las competencias en materia de Energía y Medio Ambiente, para facilitar la transformación del sector energético, uno de los puntos esenciales de esta transición.

2. Las estrategias de energía y clima tienen que estar coordinadas a diferentes escalas. Pedimos crear un grupo de trabajo en el Congreso para abordar cómo mejorar la coordinación y cooperación entre las diferentes administraciones, no sólo en perspectiva horizontal, sino sobre todo en perspectiva vertical, desde el Estado Central a las entidades locales, dando más protagonismo a estas en el diseño y ejecución de estas políticas. 

3. Resulta necesario promover entre las administraciones locales la adecuación de sus normas al desarrollo del autoconsumo con energía solar. El objetivo es eliminar las trabas municipales para facilitar la expansión masiva de pequeñas instalaciones fotovoltaicas entre los vecinos. 

4. Hay que promover la creación de planes de transición energética locales. En ellos se analizaría las posibilidades y oportunidades de cada municipio para avanzar en eficiencia energética y el desarrollo de las energías renovables, a la vez que se aprovechan estos ahorros para impulsar el desarrollo local.

5. Se deben implementar en las ciudades medidas estructurales y no coyunturales encaminadas a la disminución de los niveles de contaminación. Estas medidas deben pasar por limitar el acceso de los vehículos al centro de las ciudades, instalar aparcamientos disuasorios, fomentar el transporte público y racionalizar el transporte de mercancías con vehículos limpios. Medidas como Madrid Central no deben ser recortadas, sino consolidadas y ampliadas para que resulten cada vez más efectivas. 

6. Proponemos arbitrar Planes de Vigilancia en Salud Pública que monitoricen la incidencia que la contaminación tiene en los diversos indicadores de salud como ingresos hospitalarios, visitas de atención primaria, consumo de medicamentos y, por supuesto, la mortalidad diaria. 

7. En lo que respecta a la movilidad urbana, resulta necesario incrementar la inversión en los servicios ferroviarios de cercanías, con objeto de aumentar los niveles de puntualidad y reducir las supresiones de servicios. 

8. Las medianas y grandes ciudades de nuestro país han de realizar los cambios normativos necesarios para adecuar sus ordenanzas a las nuevas formas de movilidad: sólo con una regulación acorde se conseguirá garantizar la ordenada convivencia en el espacio urbano de bicicletas, patinetes, coches y cualesquiera otros elementos de la movilidad colaborativa.

9. Es preciso incorporar en los instrumentos de planificación territorial la consideración de la biodiversidad y sus servicios ecosistémicos como elementos clave para garantizar los sistemas de vida a medio y largo plazo, activando procesos dirigidos a equilibrar la huella ecológica con la biocapacidad de los territorios a través de un enfoque integrado y biorregional. 

10. Hacen falta acciones de comunicación y sensibilización para avanzar en una nueva cultura ciudadana que entienda el valor de la biodiversidad urbana. Esto resulta imprescindible para la planificación y desarrollo de infraestructuras verdes urbanas, aparte de un conocimiento técnico avanzado de los gestores urbanos y un compromiso político a la hora de abordar proyectos de ciudad con plazos que superan ampliamente una legislatura. 

11. Resulta urgente fijar la seguridad hídrica como objetivo de las políticas de agua. Esto permite, por un lado, enfatizar sobre la necesidad de trascender discusiones meramente coyunturales y sectoriales, y por otro, mostrar la necesidad de una transición, es decir, una secuencia de políticas que permitan abordar los desafíos de medio y largo plazo. 

12. Respecto al agua, proponemos también rediseñar los incentivos para favorecer el uso de fuentes de oferta menos convencionales como la reutilización y la desalación. Es importante evaluar las necesidades de adaptación (de estaciones depuradoras de aguas residuales y capacidad instalada de reutilización) a la luz de una nueva regulación a nivel europeo de las calidades y usos del agua regenerada. 

13. Proponemos la creación de agencias municipales de empleo verde. Este tipo de agencias serán las encargadas de identificar sinergias entre los diferentes departamentos con competencias en esta materia y proponer planes específicos que tengan el doble objetivo ambiental y de creación de empleo. Una de sus prioridades debería ser la formación y la innovación, ya que a menudo son los principales cuellos de botella de las políticas de empleo verde. 

14. Se necesitan medir los resultados del empleo verde en las ciudades. Esto permitiría no solo que los gobiernos municipales rindan cuentas sobre el trabajo realizado sino también identificar fortalezas y debilidades de cada programa, así como identificar acciones más efectivas, que podrán ser reforzadas o replicadas en otros lugares. 

15. Se deben implementar medidas eficaces, proporcionales y transparentes, basadas en criterios técnicos para la supresión gradual del depósito en vertederos y otras formas de tratamiento de desechos residuales con objeto de proporcionar incentivos económicos para fomentar la jerarquía de residuos. Recomendamos introducir requisitos obligatorios para separar los residuos urbanos, en especial los biorresiduos, textiles, celulosas y otros flujos municipales para los que aún no se está realizando una adecuada gestión. 

16. Es necesario promover un sistema de control, seguimiento y certificación oficial de los datos de generación y gestión de los residuos municipales, como base para una adecuada toma de decisiones coherente con las responsabilidades que correspondan los distintos agentes (administraciones, empresas, ciudadanos, gestores de residuos), así como para garantizar la confianza de la sociedad sobre estos procesos. 

17. Hay que aumentar la resiliencia de las ciudades mediante la reconstrucción de los vínculos, el desarrollo de las habilidades sociales y la capacidad de autoorganización en el territorio; favoreciendo la búsqueda de sinergias, la inclusión de las diversidades y revisando el modelo de ciudad desde la mirada de la sostenibilidad de la vida en el centro, lo que implica un cambio en la forma de entender, gobernar y hacer ciudad. 

18. Las innovaciones locales deben avanzar hacia las biorregiones como unidad de complejidad mínima para concebir las transiciones. La ciudad no puede ser el único objeto y objetivo de la reorganización, reconectando lo urbano con lo rural de maneras que no sean utilitaristas y dominantes. 

La escala mínima de intervención debe ser el espacio singular delimitado por características geográficas, ecológicas y sociales en el que se producen los procesos que permiten el desarrollo en una relación de equilibrio y colaboración de la ciudad con su medio.

Informe completo: https://www.fundacionalternativas.org/las-publicaciones/informes/informe-sobre-sostenibilidad-en-espana-2019